Empresas como Nvidia y SoftBank están enfocándose en la robótica industrial para su investigación y desarrollo futuro. En este contexto, una startup llamada Augury ha recaudado 72.5 millones de dólares para mejorar el uso de la inteligencia artificial en fábricas. Augury crea hardware que utiliza IA para medir vibraciones, sonidos, temperatura y otros factores, ayudando a entender cómo funcionan las máquinas y cuándo necesitan reparaciones.
Hasta ahora, Augury ha monitoreado más de 500 millones de horas de operación de máquinas de diferentes fabricantes. Su CEO, Saar Yoskovitz, menciona que tienen la mayor base de datos de señales mecánicas, a la que llama “diccionario de fallos”. Esto significa que si una fábrica tiene una bomba, no necesitan crear un modelo específico para esa máquina, ya que han trabajado con más de 20,000 bombas previamente.
Esta inversión es la primera parte de una ronda de financiamiento Serie F, que podría alcanzar los 100 millones de dólares en total. Lightrock es el principal inversor en esta ronda, junto con otros como Insight Venture Partners y Qualcomm Ventures. Desde su última recaudación en 2021, Augury ha visto un crecimiento significativo en sus ingresos, trabajando con grandes empresas como PepsiCo y Nestlé, así como en el sector energético a través de una asociación con Baker Hughes.
Yoskovitz destaca que la pandemia de Covid-19 puso de relieve la importancia de las cadenas de suministro. Aunque se habla mucho de “transformación digital” en tecnología de la información, en el ámbito industrial este proceso es más lento, ya que el equipo costoso rara vez se reemplaza si aún funciona. Augury ha desarrollado sensores que se colocan en o cerca de las máquinas para escuchar y observar su funcionamiento, utilizando esos datos para entrenar sus algoritmos y detectar problemas.
El objetivo es ayudar a los humanos a reparar las máquinas, aunque en el futuro podrían ser robots los que realicen estas tareas. Actualmente, el 80% de las implementaciones de Augury se realizan en fábricas más antiguas, mientras que el 20% restante está en fábricas más modernas. Aunque algunos podrían argumentar que la tecnología de Augury está reemplazando empleos, Yoskovitz señala que el verdadero desafío en la industria es la escasez de talento, ya que muchos expertos están por jubilarse y las nuevas generaciones no están ingresando al sector manufacturero.
Augury busca “digitalizar el conocimiento” para ayudar a las fábricas a reparar su equipo. Lightrock, el inversor principal, se centra en inversiones sostenibles, un campo que ha cobrado relevancia recientemente. Paul Murphy, de Lightspeed, argumenta que las startups que buscan la sostenibilidad como un objetivo altruista enfrentan desafíos debido a cambios regulatorios y políticos. Por lo tanto, es crucial que las empresas también construyan modelos de negocio sólidos.
Augury se encuentra en esta intersección, ayudando a los fabricantes a utilizar su equipo durante más tiempo, lo que se alinea con ideales ecológicos. Ashish Puri, de Lightrock, destaca que las máquinas en las fábricas pueden funcionar durante 20 o 40 años, lo que implica una gran inversión inicial, y por eso no se reemplazan con frecuencia. Augury es un buen ejemplo de cómo se puede combinar la productividad con un enfoque sostenible.