La ley de Moore, nombrada así por Gordon E. Moore, cofundador de Intel, establece que el número de componentes en un solo chip se duplica cada dos años a un costo mínimo. Aunque no es una ciencia exacta, esta observación hecha en 1965 ha sido útil para predecir el futuro de la tecnología.
En su reciente publicación en el blog, Sam Altman, CEO de OpenAI, creadores de ChatGPT, afirmó que “la ley de Moore cambió el mundo a 2x cada 18 meses; esto es increíblemente más fuerte”. Altman se refería a la drástica disminución de precios en el uso de la inteligencia artificial (IA). Para los desarrolladores, esto se mide en el costo de los tokens, que ha caído aproximadamente 10 veces cada 12 meses. Entre principios de 2023 y mediados de 2024, el precio por token para usar ChatGPT ha disminuido alrededor de 150 veces.
La inteligencia artificial general (AGI) está en camino. Aunque Altman cometió un error al escribir “18 meses” en lugar de “cerca de dos años”, su punto es claro: la reducción de costos en el uso de IA es un indicador de que la AGI está “en el horizonte”. La AGI es una inteligencia artificial que iguala o supera la inteligencia humana, y su desarrollo es la razón por la que existen empresas como OpenAI, ya que los beneficios de la AGI podrían cambiar el mundo, a pesar de los peligros que se han mencionado.
Es recomendable leer la publicación completa de Altman, ya que parece una advertencia de que el futuro se acerca más rápido de lo que pensamos y que debemos prepararnos para los cambios que se avecinan. Sus tres predicciones clave para el futuro inmediato son:
1. El progreso científico probablemente será mucho más rápido que hoy.
2. El precio de muchos bienes caerá drásticamente.
3. El precio de bienes de lujo y algunos recursos limitados, como la tierra, podría aumentar aún más.
Altman no predice que estos cambios ocurran en 2025, pero ya ha afirmado que la humanidad alcanzará la AGI este año, lo que sugiere que los cambios están a la vuelta de la esquina.
Su mensaje también destaca que enfrentaremos decisiones difíciles sobre la AGI y su uso, ya que una posible realidad es que “la IA sea utilizada por gobiernos autoritarios para controlar a su población mediante vigilancia masiva y pérdida de autonomía”. En la visión de Altman, es crucial asegurar que los beneficios de la AGI se distribuyan de manera equitativa para evitar este escenario.
Termina con una predicción sorprendente: “Cualquiera en 2035 debería poder reunir la capacidad intelectual equivalente a la de todos en 2025; todos deberían tener acceso a un genio ilimitado para dirigirlo como imaginen”.
Es difícil procesar la amplitud de la visión de Altman en este momento. Empresas como OpenAI están comprometidas con el desarrollo de la AGI, pero los peligros de quién controla esta tecnología son algo que Altman nos insta a considerar y discutir desde ahora.