La presencia de la inteligencia artificial (IA) en el CES 2025 es tan impresionante como la famosa Sphere. Muchas empresas tecnológicas están prometiendo que la IA será el centro de nuestro universo digital. A diferencia de otras tendencias del CES, como la realidad virtual o la televisión 3D, que son más marketing que utilidad, la IA tiene un sentido lógico innegable. Su poder, versatilidad y crecimiento exponencial la hacen única.
Empresas como Delta, BMW, LG, Hisense y Samsung han comprendido que los datos que sus sistemas han estado recolectando pueden ser unificados por la IA, creando un sistema que opera de manera casi orgánica y proactiva. Delta, por ejemplo, celebra su centenario y tiene una larga relación con nuestras necesidades de viaje. La experiencia de viajar no comienza ni termina en el vuelo; empieza desde que pensamos en un viaje, lo planeamos y nos preparamos para ello. Delta tiene acceso a una gran cantidad de datos sobre nuestros hábitos de viaje, lo que es fundamental para una IA poderosa que pueda guiarnos durante todo el proceso.
Samsung ha transformado su plataforma SmartThings en una solución de IA para el hogar, conectando datos de diferentes productos y categorías. Esto permite que la tecnología sea más útil y comprensible para los consumidores. Incluso Bixby, su asistente digital, está recibiendo mejoras para ser más útil.
Una característica común en los anuncios relacionados con la IA es su audacia. BMW no solo está actualizando su sistema iDrive, sino que está reinventando el interior de sus nuevos coches, creando una experiencia de conducción más integrada y centrada en las necesidades del usuario.
Sin embargo, hay un riesgo de que algunas empresas confundan la proactividad con la invasión de la privacidad. Por ejemplo, la solución de IA de LG para automóviles parecía estar observando cada movimiento del usuario, lo que puede resultar incómodo. Es probable que la falta de aceptación por parte de los consumidores limite este tipo de “innovaciones” invasivas.
A pesar de la saturación de IA en el CES, muchas empresas, incluso las más pequeñas, están adoptando esta tecnología con miras a beneficios a largo plazo. Por ejemplo, una empresa de salud sexual está invitando a los clientes a participar en un programa beta donde pueden compartir datos anónimos para mejorar el producto.
El CES siempre ha sido un escaparate del potencial de la tecnología para cambiar nuestras vidas. La omnipresencia de la IA en este evento masivo no cambia esa realidad, simplemente lo hace a una escala mayor.