El Reino Unido avanza en sus planes para convertir la creación de imágenes “deepfake” sexualmente explícitas en un delito específico. Un deepfake es un contenido manipulado, ya sea en video o audio, creado con inteligencia artificial para hacer que alguien parezca decir o hacer algo que no hizo.
El Reino Unido ya había establecido que compartir, o amenazar con compartir, contenido deepfake sexualmente explícito es un delito a través de la Ley de Seguridad en Línea que entró en vigor el año pasado. Sin embargo, la creación de dicho contenido no estaba contemplada. Por eso, hoy el Ministerio de Justicia anunció planes para hacer las reglas más completas, abarcando también a quienes lo crean, sin importar su papel en la posterior difusión.
El anterior gobierno conservador del Reino Unido había detallado planes similares, pero con la llegada del nuevo gobierno en julio, no estaba claro qué dirección tomaría el partido del Primer Ministro Keir Starmer, aunque el Partido Laborista se comprometió a combatir los deepfakes de manera más exhaustiva en su manifiesto electoral. Starmer, de hecho, fue víctima de un video deepfake que lo mostraba promoviendo un esquema de inversión.
En Estados Unidos no existen leyes específicas para contrarrestar los deepfakes, aunque varios estados, incluyendo California, están impulsando legislación al respecto. La tecnología ha facilitado que cualquier persona pueda crear imágenes y audios deepfake para diversos fines, incluyendo actividades fraudulentas a través de estafas de suplantación. Sin embargo, con el anuncio de hoy, el gobierno del Reino Unido se centra específicamente en el contenido sexualmente explícito, que, según dice, afecta desproporcionadamente a las mujeres.
“Es inaceptable que una de cada tres mujeres haya sido víctima de abuso en línea”, declaró Alex Davies-Jones, Subsecretario Parlamentario. “Esta forma degradante y repugnante de machismo no debe normalizarse, y como parte de nuestro Plan de Cambio, estamos combatiendo la violencia contra las mujeres, sea cual sea su forma”.
El gobierno también anunció planes para ampliar el alcance de las leyes existentes sobre la toma de imágenes íntimas sin consentimiento, que actualmente están restringidas a situaciones muy específicas, como el “upskirting”. Por ejemplo, cualquier persona que instale equipos, como cámaras ocultas, con el propósito de tomar imágenes íntimas podría enfrentar hasta dos años de prisión. (El “upskirting” se refiere a tomar fotografías o videos debajo de la ropa de una persona para ver su ropa interior o genitales/trasero sin su conocimiento o consentimiento, con fines de gratificación sexual o para causar humillación, angustia o alarma).
No se ha detallado un plazo específico para estos cambios. Sin embargo, el gobierno indicó que los incluirá como parte del próximo Proyecto de Ley de Delitos y Policía, que se presentará “cuando el tiempo parlamentario lo permita”.