Hoy en día, hay mucha negatividad y miedo en torno a la inteligencia artificial (IA). Cualquier noticia relacionada, ya sea sobre Google Gemini y su nueva “memoria” o sobre ChatGPT cometiendo errores, provoca reacciones intensas en la comunidad en línea. La atención que se le da a la inteligencia artificial, especialmente a la idea de una inteligencia general artificial (AGI), ha creado un ambiente mediático casi histerico, lleno de fantasías apocalípticas.
Esto no es sorprendente, ya que a los humanos les fascinan las historias de catástrofes. Desde el Ragnarok hasta el Apocalipsis, hemos estado soñando con el fin del mundo durante miles de años. Nos encanta escuchar malas noticias, y eso es una triste realidad. La forma en que se presenta la AGI hoy en día refleja lo peor de la humanidad, como si fuera una fuerza superior que se desharía de sus creadores y causaría la destrucción total.
Algunos científicos y expertos en medios sostienen esta visión, pidiendo que se frene el desarrollo de la IA. Sin embargo, ignoran el panorama general. Pasar por alto los enormes desafíos tecnológicos necesarios para acercarse a replicar la mente humana es un error. Además, no reconocen el poder del conocimiento y la educación.
Si una IA tiene acceso a internet, que es la mayor biblioteca de conocimiento humano, y puede entender filosofía y arte, ¿por qué debería ser una fuerza maligna? Es extraño temer a algo que aún no existe, como si juzgáramos la oscuridad solo porque no podemos ver en ella.
Por otro lado, Google ha mejorado la memoria de su asistente de IA, Gemini. Ahora puede recordar detalles de conversaciones anteriores, lo que lo acerca a una interacción más humana. Este avance en la memoria es crucial para mejorar los modelos de lenguaje, como ChatGPT, que también ha tenido sus propios avances en este aspecto.
La soledad es un problema creciente en nuestra sociedad. Estudios muestran que la soledad puede aumentar el riesgo de enfermedades graves. La familia tradicional se está desvaneciendo, y muchas personas se sienten aisladas. La IA puede ayudar a aliviar este estrés, proporcionando compañía y apoyo a quienes se sienten solos. Los chatbots de IA están diseñados para interactuar y pueden ofrecer un espacio seguro para practicar habilidades sociales.
Con Google y OpenAI mejorando la capacidad de memoria de sus IA, es posible que estemos en camino de crear verdaderos compañeros de IA. Si Gemini se integra completamente en dispositivos inteligentes en el hogar, podría ser una fuerza positiva para reducir la soledad, especialmente entre los más vulnerables.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que ejecutar una IA avanzada requiere una gran capacidad de procesamiento. Las IA de tipo estrecho (ANI), que ya están en uso, son más preocupantes. Estas IA no tienen conciencia moral y pueden ser programadas para cumplir objetivos sin considerar las consecuencias. Por ejemplo, en conflictos bélicos, se han utilizado ANIs para atacar objetivos militares, lo que plantea serias preocupaciones éticas.
Es fundamental establecer regulaciones para prevenir abusos en el uso de la IA. Aunque hay organizaciones que trabajan en esto, los gobiernos suelen ser lentos para reaccionar ante estas amenazas tecnológicas. La potencialidad de la AGI es enorme, pero aún no hemos llegado a ese punto, mientras que las ANI ya están aquí y representan un verdadero desafío.