La inteligencia artificial sigue transformando los mercados de energía y poder, y grandes empresas como Exxon Mobil están participando. Esta semana, Exxon anunció que planea construir una planta de energía para centros de datos, lo que muestra cuánta electricidad esperan necesitar las empresas tecnológicas en la próxima década. Se estima que casi la mitad de los nuevos centros de datos de IA podrían no tener suficiente energía para 2027.
Exxon ya opera plantas de energía para sus propias operaciones, pero este nuevo proyecto sería el primero destinado a clientes externos. Aunque la empresa tiene interés en energías renovables, la planta de energía funcionará con gas natural y generará más de 1.5 gigavatios. Además, Exxon planea capturar y almacenar más del 90% del dióxido de carbono que produzca la planta. La compañía no conectará la planta a la red eléctrica, evitando así los retrasos que enfrentan muchas nuevas instalaciones. En un documento de estrategia anual, Exxon describió el proyecto como “energía confiable y completamente independiente, sin depender de la infraestructura de la red”. No se ha revelado la ubicación de la planta.
La instalación debería estar lista en los próximos cinco años, un plazo más corto que el de la mayoría de las plantas nucleares, que no comenzarán a operar hasta principios de la década de 2030. Sin embargo, Exxon enfrenta una competencia creciente de las energías renovables, que son rápidas de implementar y continúan bajando de precio. Google anunció recientemente una inversión en energía renovable que, junto con socios, alcanzará los 20 mil millones de dólares y comenzará a enviar energía a la red en 2026. Microsoft está contribuyendo a un portafolio renovable de 5 mil millones de dólares y 9 gigavatios, con su primer proyecto solar programado para comenzar a operar en seis a nueve meses.
Un desafío adicional para Exxon es que la captura y almacenamiento de carbono (CAC) incrementa considerablemente los costos de construcción y operación de una planta de energía de combustibles fósiles. Actualmente, hay pocas plantas en el mundo que capturan parte de su contaminación por carbono, y ninguna de ellas utiliza gas natural. Esto podría cambiar gracias a los créditos fiscales disponibles bajo la Ley de Reducción de la Inflación, que ofrecen entre 60 y 85 dólares por tonelada métrica de carbono capturado y almacenado. Sin embargo, la tecnología aún necesita resolver algunos problemas a gran escala comercial. Algunas instalaciones han alcanzado sus objetivos, mientras que otras han quedado muy por debajo. Una planta de CAC en Canadá prometió capturar el 90% del dióxido de carbono de una pequeña planta de carbón, pero después de casi una década de operación, solo logró capturar poco menos del 60%.