En una entrevista en el DealBook Summit del New York Times, Sam Altman, CEO de OpenAI, expresó que sería “profundamente poco americano” que Elon Musk, CEO de X y Tesla, utilizara su influencia política para “perjudicar a sus competidores” y “beneficiar a sus propios negocios”. Altman comentó que “no creo que la gente toleraría eso”.
Musk, junto con Vivek Ramaswamy, está liderando DOGE, una comisión asesora que recomendará recortes significativos en agencias federales. Además, Musk, quien es dueño de xAI, un competidor de OpenAI, podría tener influencia en la política de inteligencia artificial del próximo presidente Donald Trump, si Trump decide nombrar a alguien para ese cargo.
Musk ha demandado a OpenAI, acusando a la empresa de abandonar su misión original y de perjudicar a rivales como xAI mediante prácticas anticompetitivas. Altman, quien describió a xAI como un “competidor serio”, dijo que se siente “tremendamente triste” por la demanda. “Pensé que lo que Elon estaba haciendo era absolutamente increíble para el mundo, y ahora tengo sentimientos diferentes sobre él, pero me alegra que exista”, comentó Altman.