La sostenibilidad es un tema muy importante en las empresas hoy en día. Tanto los consumidores como los reguladores están atentos a cómo las empresas afectan al medio ambiente. Ignorar esto puede costarles mucho, tanto en dinero como en reputación, ya que las personas prefieren no comprar a marcas que no son sostenibles. De hecho, un estudio reciente de PWC revela que los consumidores están dispuestos a pagar un 9.7% más por productos sostenibles, a pesar de la inflación.
Además, las presiones regulatorias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero están aumentando. En el Reino Unido, la Ley de Cambio Climático establece que el país debe alcanzar cero emisiones netas para 2050. Sin embargo, un tribunal reciente declaró ilegal el plan de acción climática del gobierno británico, señalando que no hay suficientes políticas para reducir estas emisiones. Se espera que en los próximos 12 meses se presente un nuevo plan que garantice una reducción de más de dos tercios de las emisiones para 2030, y muchas empresas del Reino Unido tendrán que participar en este esfuerzo.
Una de las formas clave para lograr cero emisiones es dejar de usar combustibles fósiles y reducir las emisiones en industrias que generan muchas. También es importante mejorar el almacenamiento de datos, ya que muchas empresas aún enfrentan problemas con datos innecesarios y obsoletos. Esto representa una gran oportunidad para las empresas que buscan ser más sostenibles.
El almacenamiento de datos puede generar mucho desperdicio. La energía que consume el almacenamiento no cambia, sin importar cuánto se use. Por lo tanto, es crucial utilizar solo la capacidad necesaria para ser más eficientes y sostenibles. Además, acumular datos puede llevar a malas decisiones, ya que se vuelve más difícil controlar la información y más fácil para los cibercriminales aprovecharse.
Las empresas deben asumir la responsabilidad del almacenamiento de datos y buscar soluciones que reduzcan su huella de carbono. A medida que aumenta la presión por ser más sostenibles, es vital que las empresas implementen sistemas de seguimiento de emisiones y busquen servicios que sean ecológicos y rentables. Deben evaluar sus prácticas actuales de gestión de datos y almacenamiento para alinearlas con sus objetivos de sostenibilidad.
Para reducir el desperdicio en el almacenamiento de datos, los líderes de TI pueden aplicar principios de eficiencia, como la compresión de datos y la eliminación de duplicados. También es útil establecer un ciclo de vida de los datos para archivar información poco utilizada y eliminar la que ya no es necesaria.
Las empresas pueden asociarse con proveedores de servicios en la nube para gestionar su huella de carbono de manera más eficiente. Al asignar recursos de manera dinámica, los centros de datos en la nube pueden lograr una mayor eficiencia energética y, por lo tanto, una menor huella de carbono.
En el futuro, los líderes empresariales deberán ser más conscientes del impacto ambiental de sus operaciones. No se debe considerar la acumulación de datos como algo normal, y es fundamental abordar el desperdicio de datos. Adoptar soluciones de gestión de datos en la nube que combinen automatización, inteligencia artificial y arquitectura flexible puede ayudar a las organizaciones a crear un modelo de negocio más sostenible y rentable.