Amnon Shashua, el fundador y CEO de Mobileye, tiene un talento especial para resolver problemas complejos con inteligencia artificial (IA). Además, cree que la IA puede mejorarse para ser más confiable. Mientras dirige su empresa de tecnología de autos autónomos, que salió a bolsa, fue vendida a Intel y luego se independizó, ha estado desarrollando otras ideas. Una de ellas es One Zero, una fintech que busca utilizar IA en servicios bancarios minoristas y que actualmente está en proceso de recaudar al menos 100 millones de dólares.
A pesar de que One Zero fue cofundada por uno de los emprendedores más destacados de Israel, ha recibido poca atención fuera de su mercado local. Hasta ahora, la empresa ha recaudado aproximadamente 242 millones de dólares y en 2023 fue valorada en 320 millones de dólares, según datos de PitchBook. Se espera que en la próxima ronda de financiamiento, esta valoración sea significativamente más alta. Aunque no se conocen todos los inversores, algunos de sus patrocinadores anteriores incluyen a Tencent, OurCrowd y SBI Ventures.
One Zero está ganando impulso en un momento de intensa actividad para Shashua, quien tiene un rol no ejecutivo en la empresa, mientras que Gal Bar Dea es el CEO. En los últimos años, Shashua ha fundado o cofundado startups en robótica humanoide, enfoques alternativos para modelos de lenguaje en IA generativa y, hace solo unas semanas, lanzó AA-I Technologies, que busca construir un “científico de IA”. También es profesor de informática en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
La misión de One Zero es “llevar la banca privada a las masas”. Busca democratizar los servicios de asesoría que reciben las personas con alto patrimonio, en un mercado donde la mayoría no tiene acceso a este tipo de atención y se enfrenta a un futuro sin bancos físicos ni humanos que ayuden. Para lograrlo, la empresa tiene un enfoque dual. En Israel, donde está basada, ha obtenido una licencia bancaria y está construyendo un banco minorista completo. Al mismo tiempo, utiliza los conocimientos adquiridos de este negocio para entrenar sus modelos y perfeccionar su tecnología, con el objetivo de licenciarla a bancos en otros lugares.
Actualmente, el negocio minorista cuenta con alrededor de 110,000 clientes. Aunque aún no ha anunciado acuerdos de licencia, ha recibido varias solicitudes de grandes bancos. El enfoque principal de la empresa es un chatbot llamado Ella, que busca ser mejor que los chatbots actuales y ofrecer servicios que los banqueros humanos no pueden proporcionar.
Shashua señala que, aunque ha habido intentos de integrar IA en los servicios bancarios, estos son limitados. Por ejemplo, los chatbots pueden responder preguntas básicas sobre saldos, pero no pueden realizar cálculos complejos o brindar asesoría financiera adaptada al perfil del cliente. Según él, hay una oportunidad para que la IA generativa aborde estas necesidades.
La estrategia de One Zero para desarrollar esta IA es ambiciosa y complicada, similar a la de los autos autónomos. Se centra en utilizar múltiples Modelos de Lenguaje Grande (LLM), optimizando algunos para tareas específicas y combinando sus respuestas para verificar la precisión de la información. Si las respuestas no son útiles o correctas, la IA no intentará dar una respuesta engañosa. “Está bien decir que no puede resolver un problema”, afirma Shashua, destacando que los humanos también tienen limitaciones. El sistema comenzará con tareas básicas de gestión de gastos y planea añadir más funcionalidades con el tiempo para ayudar a los clientes a financiar grandes compras o ahorrar de manera más efectiva.