Un grupo de importantes instituciones médicas especializadas en el tratamiento del cáncer ha formado una alianza para aprovechar mejor el potencial de la inteligencia artificial (IA) en este campo. Con 40 millones de dólares en efectivo y recursos de grandes empresas tecnológicas, la Alianza de IA en Cáncer (CAIA) podría representar un gran avance en la medicina de precisión. Los miembros de la alianza incluyen a Fred Hutchinson, que coordinará el nuevo esfuerzo, así como a Johns Hopkins, Dana Farber y Sloan Kettering, específicamente las ramas de investigación del cáncer de estas organizaciones.
Tom Lynch, presidente y director de Fred Hutch, destacó en el Intelligent Applications Summit en Seattle que esta colaboración tiene el potencial de ser transformadora. Explicó que trabajar juntos permitirá un progreso sin precedentes. Por ejemplo, un paciente con un cáncer pediátrico raro podría estar en un centro, mientras que el conocimiento científico para tratarlo mejor se encuentra en otro centro, protegido por métodos y protocolos exclusivos. Aunque ese conocimiento podría tardar años en publicarse, el tiempo no es un lujo para un niño con leucemia que no responde al tratamiento.
La IA no es una solución mágica, y el problema de compartir datos entre organizaciones médicas es complicado debido a regulaciones, consideraciones de seguridad y diferencias en formatos y bases de datos. Aunque un estudio que podría ayudar a ese niño con leucemia esté disponible en Johns Hopkins, no hay garantía de que se pueda compartir de manera legal y técnica.
La nueva organización busca resolver esto mediante el aprendizaje federado, un tipo de colaboración segura de datos donde la información permanece privada, pero se puede utilizar para entrenar sistemas de IA y otros modelos computacionales. Si las organizaciones de investigación pueden contribuir a un objetivo común, como entrenar un modelo para descubrir medicamentos o diagnósticos para un cáncer conocido, lo harán cumpliendo con las regulaciones de privacidad.
El objetivo de CAIA es crear un sistema colaborativo bajo este modelo, aunque todavía queda camino por recorrer. Jeff Leek, vicepresidente y director de datos de Fred Hutch, explicó que es un problema difícil desde el punto de vista tecnológico, que solo se puede abordar una vez que se tengan los participantes principales en su lugar. Alinear estos centros de investigación del cáncer y unirlos con el apoyo financiero y la experiencia de Microsoft, AWS, Nvidia y Deloitte fue un primer paso necesario y no trivial.
Ahora, la infraestructura compartida, los estándares y los objetivos específicos, como desarrollar un modelo para un cáncer o tratamiento específico, pueden comenzar a tomar forma. Los 40 millones de dólares son una mezcla de efectivo operativo, servicios e intangibles de las cuatro empresas mencionadas, y se desplegarán en un plazo no especificado, aunque CAIA espera estar operativa a finales de este año. La iniciativa debería “producir sus primeros hallazgos” para finales de 2025.