La Universidad Estatal de Arizona (ASU) ha convertido a ChatGPT en su miembro más activo este año. Este chatbot de inteligencia artificial ayuda a los estudiantes a redactar trabajos académicos, simula pacientes para estudiantes de salud y recluta participantes para estudios de investigación, entre muchas otras funciones. ASU y OpenAI acordaron colaborar a principios de este año, implementando una versión adaptada de ChatGPT llamada ChatGPT Edu, diseñada para apoyar la enseñanza, la investigación y otras necesidades académicas. ChatGPT Edu se ha convertido en una parte clave de la experiencia en el campus, apoyando los planes de ASU para utilizar la inteligencia artificial en un aprendizaje y experiencias de investigación más personalizadas y accesibles.
El presidente de ASU, Michael Crow, explicó: “No hay dos personas que aprendan exactamente de la misma manera, y la innovación ha demostrado ser nuestro activo más poderoso. Es esencial para el éxito de ASU que usemos tecnología, y ahora inteligencia artificial, para ofrecer aprendizaje continuo y potenciar el potencial humano”.
ASU lanzó el Desafío de Innovación en IA al anunciar el acuerdo y pidió a los profesores que sugirieran formas en que ChatGPT podría ayudar en su trabajo. Más del 80% de las escuelas y facultades de ASU presentaron propuestas en solo unas semanas, lo que llevó a una segunda ronda abierta también a investigadores estudiantes. Actualmente, hay más de 400 propuestas en consideración, y más de 200 proyectos que ya están utilizando ChatGPT Edu de alguna manera.
Entre los aspectos destacados de ChatGPT Edu se encuentra el programa “IA como Compañero de Escritura”. ChatGPT ayuda a los estudiantes a escribir en entornos académicos, brindando retroalimentación en tiempo real sobre sus trabajos. Además, en la Facultad de Soluciones de Salud, hay un paciente virtual llamado “Sam”, un simulador de un fumador de mediana edad que permite a los estudiantes practicar atención clínica e interactuar con un paciente. También está “Research Plus Me”, que ayuda en el reclutamiento de participantes para investigaciones, haciéndolo más efectivo y ético.
Anne Jones, Viceprovost de Educación de Pregrado, comentó: “Estamos convencidos de que entrenar a los estudiantes para usar IA es esencial para su éxito en el futuro laboral. La gente está emocionada porque ahora tienen ejemplos concretos que demuestran cómo la IA está mejorando sus resultados en el aula”.
El éxito de ASU probablemente establecerá un modelo para otras universidades que trabajen con OpenAI y otros desarrolladores de IA. Con todas las consideraciones éticas, la inteligencia artificial podría ser un gran beneficio para la educación superior. Los intentos de prohibir ChatGPT y herramientas relacionadas probablemente no funcionarán, especialmente cuando se trata de distinguir entre textos escritos por IA y composiciones humanas. Tiene sentido que las escuelas busquen formas de integrar la IA en su campus para controlarla mejor en lugar de llevarla a la clandestinidad.