Fei-Fei Li, una investigadora de Stanford y fundadora de World Labs, fue invitada al Grand Palais en París para dar el discurso de apertura en la Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial que se celebra esta semana. Durante el evento, compartió su visión sobre la regulación de la IA y el ecosistema de inteligencia artificial. Su postura fue interesante, ya que se mostró a favor de las empresas, pero crítica con las grandes compañías tecnológicas y los grandes laboratorios de IA.
Li enfatizó la necesidad de invertir en ecosistemas de IA más saludables y vibrantes, donde la academia y la comunidad puedan contribuir. Afirmó que las comunidades de código abierto y el sector público deben jugar un papel crucial junto a las grandes empresas para impulsar esta tecnología. “Si la IA va a cambiar el mundo, necesitamos que todos, de todos los ámbitos de la vida, tengan un papel en dar forma a este cambio”, dijo a los asistentes.
También advirtió que si los recursos se concentran en unas pocas empresas, el ecosistema de IA sufrirá por la falta de investigación impulsada por la curiosidad, talentos educativos de alto nivel, esfuerzos de código abierto y exploraciones multidisciplinarias. Además, expresó su preocupación por la regulación de la IA a nivel mundial y abogó por un enfoque más pragmático. “Es esencial que gobernemos basándonos en la ciencia, no en la ciencia ficción”, comentó.
Li destacó que muchas conversaciones actuales sobre IA están llenas de sensacionalismo, lo que lleva a políticas engañosas. Propuso aplicar un método más científico para evaluar las capacidades y limitaciones de la IA, lo que podría resultar en políticas más precisas y efectivas.
También advirtió sobre las restricciones innecesarias en la investigación de IA, sugiriendo que deberíamos centrarnos más en las aplicaciones prácticas para garantizar un uso benéfico de esta tecnología. Según Li, los historiadores mirarán hacia atrás en este período y lo llamarán la primera verdadera era de la IA, con posibles “consecuencias civilizacionales”.
Aunque reconoció que los trabajos podrían verse afectados por el avance de la IA, también expresó su creencia de que la IA tiene el potencial de “aumentarnos y empoderarnos”, siempre que los responsables de políticas, las empresas de IA y la comunidad investigadora tomen las decisiones correctas. Se espera que los líderes gubernamentales y los directores ejecutivos de tecnología firmen y compartan una declaración al final de la Cumbre de Acción sobre IA el martes.