Un equipo de científicos griegos ha creado un sistema de encriptación óptica que podría hacer obsoletas las técnicas tradicionales de hackeo. Este sistema combina inteligencia artificial (IA) y hologramas generados por láser para ofrecer una protección de datos de alto nivel que sería casi imposible de romper.
A diferencia de los métodos de encriptación convencionales, que se basan en algoritmos matemáticos, este enfoque óptico utiliza las propiedades físicas de la luz, lo que lo hace resistente a ataques de computadoras avanzadas, incluidas las cuánticas.
El sistema funciona al mezclar un láser de alta potencia con un pequeño recipiente de etanol, creando un patrón caótico de luz. Este proceso, mejorado por la turbulencia térmica del líquido, oculta la información original, haciéndola casi indescifrable con métodos tradicionales.
Para recuperar los datos encriptados, los investigadores utilizaron IA. Entrenaron una red neuronal para reconocer y decodificar los hologramas desordenados, logrando una tasa de precisión del 90-95% en la recuperación de las imágenes originales. “La idea fue entrenar redes neuronales para reconocer los detalles finos de los patrones de luz desordenados”, explicó Stelios Tzortzakis, líder del equipo de investigación.
El sistema ha sido probado con miles de imágenes, pero aún no está listo para el mercado. El láser utilizado es voluminoso y costoso, lo que limita su viabilidad y accesibilidad. Sin embargo, el equipo confía en que su método, que genera una clave de decriptación única para cada configuración, es altamente confiable incluso en condiciones difíciles.