Las empresas tecnológicas están mostrando un gran interés en la energía nuclear avanzada, una tendencia que está ganando popularidad en el sector energético. Sin embargo, siguen invirtiendo en energías renovables. Recientemente, Meta firmó un acuerdo con la empresa española Zelestra para obtener 595 megavatios de energía solar en Texas, solo dos semanas después de otro acuerdo con la compañía de servicios públicos Engie. Esta compra es importante para Meta, ya que representa un aumento del casi 5% en los más de 12 gigavatios de capacidad renovable que ya tiene contratada.
Esta noticia llega mientras el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, continúa con la ambiciosa estrategia de inteligencia artificial de la empresa, que requerirá grandes inversiones en centros de datos. Meta está trabajando para que su modelo de código abierto Llama 4 compita con modelos de código cerrado como los de OpenAI y Anthropic. Aunque DeepSeek demostró que se pueden desarrollar modelos de manera más eficiente, su enfoque no se aplica necesariamente a modelos avanzados como Llama 4.
Meta planea gastar 60 mil millones de dólares este año en inversiones de capital, la mayoría de los cuales se destinarán a la infraestructura de centros de datos, lo que Zuckerberg considera una “ventaja estratégica” para la empresa. Al igual que otras compañías, Meta está apostando a que los reactores nucleares pueden proporcionar energía estable para sus necesidades computacionales futuras, solicitando propuestas para una capacidad de 1 a 4 gigavatios que se activaría a principios de la década de 2030. Un gigavatio puede abastecer aproximadamente 750,000 hogares.
Sin embargo, la empresa no puede esperar hasta entonces para expandir su presencia en centros de datos. Meta y otras compañías están invirtiendo grandes sumas de dinero para construir centros de datos, que requieren cantidades igualmente grandes de energía. Algunos expertos predicen que la mitad de todos los nuevos centros de datos de inteligencia artificial estarán subalimentados para 2027. Las plantas de energía nuclear tardan años en construirse, y los nuevos reactores avanzados aún no han sido probados comercialmente. Las plantas de energía de gas natural son un poco más rápidas, pero ninguna puede competir con la velocidad de implementación de las energías renovables.
Una granja solar puede comenzar a operar en tan solo 18 meses, y dado que la tecnología es modular, partes de la planta pueden comenzar a generar energía antes de que se conecte el último panel. Esta rapidez ha permitido que las energías renovables, como la solar y la eólica, sigan acumulando nuevos contratos de empresas tecnológicas. Además del acuerdo de esta semana, Meta anunció a principios de mes que compró 200 megavatios de energía solar de Engie, que comenzará a operar más adelante este año. Por su parte, Microsoft está ayudando a desplegar 9 mil millones de dólares en energías renovables con Acadia Infrastructure Capital, mientras que Google está respaldando un fondo de 20 mil millones de dólares en energías renovables con Intersect Power y TPG Rise.