En Estados Unidos, las creaciones generadas por inteligencia artificial, como libros y películas, pueden ser protegidas por derechos de autor si han sido editadas por un humano. Sin embargo, aquellas que no tienen ninguna modificación humana no pueden ser protegidas. Esto lo indica un informe publicado por la Oficina de Derechos de Autor de EE. UU. (USCO).
El informe detalla situaciones en las que el contenido generado por IA podría ser elegible para protección de propiedad intelectual. Por ejemplo, una productora de cine podría registrar los derechos de autor de una película en la que se utilizó una herramienta de IA para “rejuvenecer” a los actores o eliminar objetos de una escena. Sin embargo, las simples instrucciones dadas a la IA, como “un dibujo de una flor en primavera”, generalmente no producen obras que puedan ser protegidas por derechos de autor.
La USCO también aclaró que la decisión sobre los derechos de autor debe hacerse caso por caso. Aún no se ha determinado si los sistemas de IA que toman decisiones artísticas “expresivas” e independientes pueden generar obras que se puedan proteger. La agencia planea abordar este tema en un informe adicional que se publicará en los próximos meses.