En el nuevo libro de Reid Hoffman, “Superagency: ¿Qué podría salir bien con nuestro futuro de IA?”, el cofundador de LinkedIn argumenta que la inteligencia artificial (IA) puede ampliar nuestra capacidad de acción humana, brindándonos más conocimiento, mejores empleos y vidas mejoradas, en lugar de reducirlas. Esto no significa que Hoffman ignore los posibles inconvenientes de la tecnología. De hecho, él describe su perspectiva sobre la IA como un enfoque en “tomar riesgos inteligentes” en lugar de un optimismo ciego. Hoffman menciona que la mayoría de las personas se enfocan demasiado en lo que podría salir mal y no lo suficiente en lo que podría salir bien.
Aunque apoya una “regulación inteligente”, argumenta que un proceso de “despliegue iterativo” que permita que las herramientas de IA lleguen a todos y responda a sus comentarios es aún más importante para asegurar resultados positivos. Hoffman compara esto con la evolución de los automóviles, que hoy pueden ir más rápido gracias a innovaciones en frenos, airbags y cinturones de seguridad. En nuestra conversación, también discutimos los beneficios que ya está viendo de la IA, su posible impacto en el clima y la diferencia entre un pesimista de la IA y un optimista.
Hoffman explica que “Superagency” busca mostrar cómo nuestra capacidad humana se puede mejorar no solo por superpoderes individuales, sino por la transformación de industrias y sociedades cuando muchos de nosotros adquirimos estas nuevas tecnologías. En su libro, clasifica las diferentes perspectivas sobre la IA en cuatro grupos: “gloomers” (pesimistas), “doomers” (fatalistas), “zoomers” (optimistas) y “bloomers” (optimistas constructivos), y se identifica como un “bloomer”.
Un “bloomer” es alguien que cree que la tecnología puede ser muy beneficiosa para la humanidad, pero que también reconoce la necesidad de tomar riesgos de manera inteligente. La clave está en involucrar a las personas en el proceso de desarrollo de productos de IA, para que puedan dar su opinión y ayudar a dar forma a la tecnología.
Hoffman también menciona que la regulación puede ser útil, especialmente para prevenir problemas graves como el terrorismo o el cibercrimen, pero debe ser específica y no sofocar la innovación. Además, habla sobre la importancia de medir preocupaciones específicas para abordar problemas emergentes.
En cuanto a la adopción de la IA, Hoffman cree que puede extender nuestra capacidad de acción, permitiendo que más personas accedan a información y habilidades que antes no tenían. Sin embargo, también reconoce que hay preocupaciones sobre cómo la IA podría afectar el empleo y la forma en que las personas interactúan con la información.
Finalmente, Hoffman sostiene que, aunque hay riesgos asociados con la IA, también hay muchas oportunidades para mejorar nuestras vidas y sociedades si se maneja de manera responsable y con un enfoque en el diálogo y la colaboración.