Elon Musk, el multimillonario conocido por sus empresas innovadoras, y Sam Altman, CEO de OpenAI, están en desacuerdo en X (anteriormente Twitter) sobre un gran proyecto llamado Stargate. Este proyecto busca construir centros de datos para OpenAI en todo Estados Unidos y fue anunciado en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. Stargate podría atraer hasta 500 mil millones de dólares de inversores como SoftBank y el fondo de inteligencia artificial MGX del Medio Oriente.
Los socios de Stargate han prometido inicialmente 100 mil millones de dólares, y parte de ese dinero se destinará a un centro de datos que se está construyendo en Abilene, Texas. Sin embargo, Musk afirma que Stargate no tiene el dinero que dice tener. En una serie de publicaciones en X, Musk aseguró que “SoftBank tiene menos de 10 mil millones de dólares asegurados”, afirmando que tiene buena información al respecto.
Es importante mencionar que Musk no es un observador neutral en este asunto, ya que tiene su propia empresa de inteligencia artificial llamada xAI, que compite con OpenAI y actualmente está en medio de una demanda contra esta última. En la demanda, xAI y Musk acusan a OpenAI de prácticas anticompetitivas, como desincentivar a los inversores de apoyar a competidores de inteligencia artificial.
Sam Altman respondió a Musk en X, desafiando sus afirmaciones sobre la falta de capital de SoftBank. Altman defendió el proyecto Stargate, diciendo que es beneficioso para el país y que espera que Musk, en su nuevo papel como jefe de la Comisión de Eficiencia del Gobierno (DOGE), priorice los intereses de Estados Unidos.
Musk fue recientemente nombrado líder de DOGE, una comisión que recomienda recortes significativos en las agencias federales. Aunque DOGE fue formalizado por una orden ejecutiva del presidente Donald Trump, enfrenta varios desafíos legales. Tanto xAI como OpenAI necesitan infraestructura para desarrollar sus sistemas de inteligencia artificial. Se estima que la empresa de Musk ha gastado 12 mil millones de dólares en su único centro de datos en Memphis, Tennessee, y podría gastar miles de millones más en mejoras.