El uso de ChatGPT en tareas escolares entre adolescentes en EE. UU. se ha duplicado en un año, alcanzando el 26%. La mayoría de los adolescentes considera aceptable usar ChatGPT para investigar, pero son menos los que apoyan su uso para escribir ensayos o resolver problemas de matemáticas.
Recuerdo cuando los profesores decían que no podíamos usar calculadoras en los exámenes porque no siempre tendríamos una a mano. Hoy, los docentes enfrentan herramientas mucho más avanzadas como ChatGPT, que ha ganado popularidad entre los estudiantes, según un nuevo informe del Pew Research Center. El porcentaje de adolescentes que utilizan ChatGPT para sus tareas escolares pasó del 13% en 2023 al 26% en 2024.
No es sorprendente que muchos adolescentes busquen ayuda en la inteligencia artificial, ya que las tareas escolares no siempre son emocionantes. Sin embargo, el uso de ChatGPT es más matizado. La investigación de Pew revela que el 54% de los adolescentes está de acuerdo en usar el chatbot para investigar nuevos temas, lo cual es difícil de considerar como un intento de hacer trampa. Sin embargo, solo el 29% apoya su uso para resolver problemas de matemáticas, y solo el 18% cree que es aceptable que ChatGPT escriba ensayos por ellos.
ChatGPT es probablemente la opción más utilizada entre las diversas herramientas de inteligencia artificial. A pesar de que los encuestados puedan ser honestos sobre su uso, eso no significa que no hayan probado otras herramientas como Gemini, Claude o Microsoft Copilot. Un estudio del Digital Education Council en agosto indicó que el uso global de algún tipo de inteligencia artificial por parte de estudiantes es mucho más alto, alcanzando el 86%.
Los estudiantes que no solo entregan ensayos escritos por ChatGPT pueden estar mejorando su educación de maneras creativas. Con el enfoque adecuado, la inteligencia artificial puede ser un gran complemento educativo, aunque nunca un reemplazo. La experiencia de luchar con una idea hasta entenderla no puede ser replicada por el mejor de los prompts de ChatGPT. Ya hay experimentos en este sentido, como el trabajo de la Universidad Estatal de Arizona con OpenAI y el curso impartido por inteligencia artificial en el David Game College de Londres.
Es comprensible la preocupación por que los estudiantes se vuelvan demasiado dependientes de la inteligencia artificial y no aprendan a pensar críticamente. Sin embargo, si se utiliza correctamente, la IA en la educación puede ofrecer a los estudiantes acceso a recursos personalizados que de otro modo no tendrían. Este es un desafío, ya que incluso las políticas más estrictas probablemente no detendrán a los estudiantes de usar IA en cualquier contexto posible. Para evitarlo, se necesitaría una escuela que reemplace todas las tareas por presentaciones orales y exija que toda la investigación se realice con libros de papel.