Según un estudio de Pluralsight, solo el 1.8% de las 45,000 personas analizadas mostró interés en aprender sobre la ética de la inteligencia artificial (IA). A pesar del creciente interés en áreas como la IA generativa, el aprendizaje automático y la IA para ciberseguridad, Chris Herbert, Director de Contenido de Pluralsight, destacó que no se observó un interés significativo en la IA ética.
Herbert enfatizó la importancia de que los aprendices comprendan los riesgos y desafíos asociados con la IA para poder adoptarla de manera ética. Además, una investigación de Google DeepMind mostró cómo la IA puede ser mal utilizada y manipulada. Herbert sugirió que el enfoque debe estar en mitigar los riesgos y maximizar los beneficios positivos de la IA.
Por otro lado, un estudio de Accenture reveló que más del 77% de los consumidores globales creen que las organizaciones deben ser responsables por el uso indebido de la IA, lo que subraya la necesidad de una mayor conciencia sobre este tema. Sin embargo, la realidad es que cuatro de cada cinco ejecutivos y el 72% de los profesionales de TI afirman que sus organizaciones a menudo invierten en nuevas tecnologías sin considerar la capacitación de los empleados. Además, solo el 12% de los ejecutivos tiene experiencia significativa trabajando con IA.
Las consecuencias de no adoptar la IA de manera ética también tendrán un impacto financiero, ya que la Ley de IA de la UE entrará en vigor en agosto de 2024, con sanciones que pueden alcanzar hasta 35 millones de euros o el 7% de la facturación global.
Mirando hacia el futuro, Ipsen insta a las empresas a no ver la IA como un proyecto único, sino como un proceso que requiere capacitación continua. Aquellos que dediquen tiempo a aprender sobre IA podrán aprovechar sus verdaderos beneficios en lugar de enfrentar obstáculos legislativos y regulatorios.