La primera historia corta de Robert Heinlein, titulada “Life-Line”, fue publicada en 1939 y narra la historia de un inventor que crea una máquina capaz de predecir con precisión el momento de tu muerte. Ahora, 85 años después, puedes descargar una aplicación llamada “Death Clock” que utiliza inteligencia artificial para intentar hacer lo mismo. Aunque la app no promete ser infalible y busca más bien motivarte a adoptar hábitos saludables, la idea de que la tecnología pueda predecir tu muerte sigue siendo inquietante.
La aplicación “Death Clock” estima tu “día de muerte” basándose en detalles que proporcionas sobre tu estilo de vida, como tu dieta, ejercicio, niveles de estrés y calidad del sueño. Desarrollada por la empresa Most Days, esta app utiliza inteligencia artificial entrenada con un enorme conjunto de datos que incluye más de 1,200 estudios y 53 millones de personas, según un informe de Bloomberg.
Para comenzar, debes ingresar información sobre la frecuencia con la que haces ejercicio, la calidad de tu sueño, el estrés y otros factores. La app procesa estos datos y te da una fecha estimada de tu muerte. Pero no es solo un número; una vez que ingresas tus datos, la app te ofrece una tarjeta de despedida con la imagen de la Parca. El objetivo no es asustarte, sino recordarte tu mortalidad y motivarte a adoptar hábitos más saludables. Y, según su popularidad —con más de 10,000 descargas en Google Play—, parece que está funcionando para muchas personas.
Sin embargo, hay dos problemas importantes con la idea del “Death Clock”. Primero, aunque los datos que ingreses sean precisos, no cuentan toda la historia sobre tu salud y bienestar, ni mucho menos sobre tu esperanza de vida. La mayoría de los números que utilizamos para determinar la longevidad son promedios. Aunque la app promete una predicción personalizada, su precisión depende de la calidad de los datos que utiliza para comparar tus cifras.
El segundo problema se relaciona con las implicaciones sociales de confiar en la inteligencia artificial para medir la esperanza de vida y la salud. Imagina cómo las compañías de seguros, los empleadores y los servicios gubernamentales podrían convertirse en un laberinto distópico donde ser joven y saludable no importaría si una IA determina que estás destinado a una muerte temprana. Como ocurre con muchos productos de inteligencia artificial, el problema radica en cuándo se reemplaza el juicio humano por números y decisiones automatizadas sin contexto. Ya es complicado cuando las aseguradoras solo tienen tablas actuariales y tus registros médicos; un sistema de juicio basado en IA podría empeorar aún más la situación.
Si te interesa lo que “Death Clock” puede enseñarte sobre cómo mejorar tu estilo de vida, está bien. Solo asegúrate de no tomarlo como una verdad absoluta. La Parca puede estar en camino para todos nosotros, pero ninguna inteligencia artificial puede decirte cuándo afila su guadaña.