La Comisión Federal de Comercio de EE. UU. (FTC) ha iniciado una investigación antimonopolio contra Microsoft, enfocándose en sus prácticas comerciales en el ámbito de la computación en la nube, la inteligencia artificial y la ciberseguridad. Esta investigación surge en medio de una serie de indagaciones que la empresa enfrenta tanto en EE. UU. como en la Unión Europea en 2024.
Se ha informado que la FTC examinará si Microsoft tiene una posición dominante en el mercado y si sus prácticas son anticompetitivas. La compañía ya ha sido criticada por agrupar software dentro de sus servicios de Azure, imponer limitaciones técnicas y ofrecer precios preferenciales, lo que podría obligar a los clientes a permanecer en su ecosistema.
No es la primera vez que Microsoft enfrenta la atención de los reguladores antimonopolio. Recientemente, Google solicitó una supervisión más estricta de los términos de licencia de Microsoft en la Unión Europea. Además, Microsoft llegó a un acuerdo con el grupo de Proveedores de Servicios de Infraestructura en la Nube de Europa (CISPE) a principios de este año, lo que, según su Secretario General, Francisco Mingorance, marcó el fin de esa disputa.
En el ámbito de la ciberseguridad, Microsoft ha sido criticada por la integración de su antivirus Defender en el sistema operativo Windows, lo que dificulta la venta de soluciones por parte de otros proveedores de antivirus y genera preocupaciones sobre monopolios.
La investigación de la FTC también se centrará en la relación de Microsoft con OpenAI, ya que la empresa ha invertido miles de millones en la startup desde que ChatGPT se hizo público, utilizando sus modelos de lenguaje en diversas aplicaciones de Microsoft.
No obstante, Microsoft no es la única empresa bajo la lupa de la FTC, que también ha estado presionando a competidores como Amazon, Google y Meta. Sin embargo, la situación podría cambiar con la próxima salida de la presidenta de la FTC, Lina Khan, conocida por su postura agresiva hacia las grandes empresas tecnológicas, mientras que la administración de Trump promete un enfoque más amigable hacia los negocios.