Perplexity, el motor de búsqueda impulsado por inteligencia artificial, está considerando entrar en el mundo del hardware, aunque de manera un poco ambigua. Aravind Srinivas, fundador y CEO de Perplexity, publicó en X que está pensando en crear un dispositivo “simple, por menos de 50 dólares” que pueda “responder preguntas de manera confiable” de “voz a voz”. Prometió que Perplexity “definitivamente” vendería este dispositivo si su publicación recibía más de 5,000 “me gusta”. Y así fue. “¡Está bien, vamos a hacerlo!”, respondió Srinivas.
El hardware se ha convertido en una obsesión para muchas startups de inteligencia artificial, en parte por su atractivo, pero también porque nuevos dispositivos centrados en IA pueden permitir interacciones innovadoras. Por ejemplo, el generador de arte Midjourney formó un equipo de hardware en agosto, y Sam Altman, CEO de OpenAI, confirmó que está trabajando con el exjefe de diseño de Apple, Jony Ive, en un proyecto de hardware de IA. Sin embargo, crear hardware no es fácil. El R1 de Rabbit, uno de los dispositivos de IA más exitosos en años recientes, se encuentra disponible a precios muy bajos en eBay. Rabbit afirma haber vendido alrededor de 130,000 unidades hasta junio, pero la startup ha tenido problemas para cumplir con muchas de las características que prometió antes del lanzamiento del R1. Otras iniciativas de dispositivos de IA han fracasado, siendo Humane el ejemplo más extremo. Esta startup presentó su Ai Pin, un dispositivo portátil futurista, como un reemplazo para los smartphones, pero las críticas fueron muy malas, las ventas fueron débiles y problemas de seguridad llevaron a Humane a emitir retiros de productos. Pronto, la empresa buscaba un comprador.
Por otro lado, Perplexity cuenta con una buena cantidad de dinero en el banco y se dice que está cerca de recaudar alrededor de 500 millones de dólares. Este es un factor importante para el éxito en el hardware. Sin embargo, basándonos en la historia, hay muchos otros aspectos que deben salir bien si la compañía espera tener un producto exitoso (o al menos evitar un fracaso).