El nuevo alcalde electo de San Francisco, Daniel Lurie, ha elegido al CEO de OpenAI, Sam Altman, para ayudar a dirigir su equipo de transición, según anunció su campaña el lunes. Esta decisión forma parte de los esfuerzos de Lurie para acercarse a la industria tecnológica. Altman, junto a otros nueve líderes de San Francisco, brindará orientación al equipo de Lurie sobre cómo la ciudad puede innovar y ayudará al nuevo alcalde a establecer relaciones con socios clave.
“Estoy emocionado de ayudar a la ciudad que amo, donde OpenAI comenzó, mientras inicia su próximo capítulo con el alcalde electo Lurie asumiendo su nuevo rol”, declaró Altman en un comunicado.
Lurie, heredero de la fortuna de Levi Strauss, nunca ha ocupado un cargo electo y se presentó como un candidato externo frente a la actual alcaldesa London Breed. Invirtió casi 9 millones de dólares en su campaña. Cuando Lurie asuma el cargo el 8 de enero, tendrá que enfrentar la crisis de seguridad pública en San Francisco, un problema que ha alejado a muchos líderes tecnológicos de la zona. Marc Benioff, CEO de Salesforce, ha criticado abiertamente los fracasos de la ciudad en este ámbito. Elon Musk cerró la oficina de X en el centro de San Francisco en agosto, citando preocupaciones similares sobre el uso de drogas y el crimen. Sin embargo, la startup de Musk se mudó a la antigua oficina de OpenAI en el distrito Mission poco después.
Estos problemas han llevado a muchos líderes de Silicon Valley a buscar nuevas oportunidades en ciudades más jóvenes como Miami o Austin, a menudo criticando a los funcionarios de la ciudad al salir. Un desafío clave para el nuevo alcalde de San Francisco será atraer a jóvenes profesionales y convencer a los emprendedores tecnológicos actuales de que se queden y desarrollen sus empresas allí. Parece que el nuevo alcalde quiere que Sam Altman lidere ese esfuerzo.
Lurie ha llamado a Altman “una de las figuras más importantes del planeta” y desea que él y otros líderes tecnológicos ayuden a revitalizar el centro de San Francisco. Otro nativo de Silicon Valley, Ned Segal, ex CFO de Twitter, se unirá al equipo de transición de Lurie. Segal dejó Twitter en 2022 tras la adquisición de Musk y actualmente forma parte de varias empresas respaldadas por capital de riesgo.
Involucrar a un ejecutivo tecnológico en la administración podría ser una nueva tendencia en la política. A nivel nacional, el presidente electo Donald Trump también anunció que Elon Musk asesorará a la Casa Blanca para mejorar la eficiencia del gobierno federal. Tanto Musk como Altman parecen tener un papel destacado en la política sin necesidad de desprenderse de sus intereses financieros.
Altman, además de dirigir OpenAI, también fue el encargado del famoso incubador de startups de la ciudad, Y Combinator, de 2014 a 2019. Podría ayudar a Lurie a ganarse el favor de las startups y de Y Combinator, especialmente porque su actual CEO, Garry Tan, no ha recibido calurosamente al nuevo alcalde. “Si Lurie gana, observaré su administración de cerca y será constantemente responsabilizado por mí y mis amigos”, dijo Tan en un tweet.
A pesar de las críticas, una organización sin fines de lucro en la que Tan forma parte, Grow SF, respaldó a Lurie en la carrera por la alcaldía. Tan ha asumido un papel cada vez más importante en la política de San Francisco y es visto como un líder por muchos jóvenes fundadores e ingenieros de la ciudad. Lurie podría utilizar a Altman para ganarse a Tan y a otros emprendedores tecnológicos que se han vuelto escépticos de la dirección de San Francisco.
Altman, por su parte, podría aprovechar este rol para avanzar en el ámbito político, un mundo en el que OpenAI se está involucrando cada vez más. Otros copresidentes del equipo de transición incluyen a Joanne Hayes-White, exjefa del Departamento de Bomberos de San Francisco; José A. Quiñonez, CEO fundador de Mission Asset Fund; Michael Tubbs, exalcalde de Stockton; Nancy Tung, jefa de la Unidad de Víctimas Vulnerables en la Oficina del Fiscal de Distrito de San Francisco; Paul Yep, excomandante del Departamento de Policía de San Francisco; Sara Fenske Bahat, exdirectora interina del Yerba Buena Center for the Arts; Ann O’Leary, abogada y socia en Jenner & Block; y Ben Rosenfield, excontrolador de San Francisco.