Una destacada estratega en inteligencia artificial y negocios ha explicado por qué la IA es malinterpretada, pero también por qué esta tecnología ha llegado para quedarse. En su discurso principal en el reciente evento de ISACA en Dublín, Elin Hauge describió la IA como el siguiente paso inevitable en el desarrollo tecnológico. Señaló que es la evolución obvia de los grandes datos y la transformación digital, hacia la que hemos estado avanzando durante décadas, pero que solo ahora tenemos la potencia de computación necesaria para llevarla a cabo.
Hauge comentó: “Tenemos los datos digitales, tenemos los procesos y sistemas digitales, lo que significa que tiene sentido aplicar matemáticas y potencia de computación para obtener más información, hacer mejores pronósticos y proyecciones”.
La IA es solo matemáticas
La humanidad ahora cuenta con la capacidad computacional para interpretar grandes volúmenes de datos, lo que permite hacer mejores predicciones y generar contenido de alta calidad. Esto asusta a algunas personas, pero Hauge aclara que “solo es matemáticas”. Asegura que la inteligencia artificial es simplemente el siguiente paso natural de la transformación digital y de la capacidad actual de utilizar la potencia de computación, y que es una gran caja de herramientas.
Hauge menciona que la gente se enfoca demasiado en ChatGPT, que es solo una pequeña parte del panorama. La dominación de la IA generativa en los titulares puede generar nerviosismo, pero no debería ser así.
Grandes expectativas
Entonces, ¿por qué la gente malinterpreta lo que la IA puede hacer? Según Hauge, porque le estamos pidiendo demasiado. “Solo mira los titulares en los medios”, afirmó. “Hablamos de máquinas como si pensaran, sintieran o fueran conscientes. ¿Tienen almas? ¿Tienen personalidad? Les damos nombres. Este es un gran problema, porque lo que realmente necesitamos discutir es que esto se trata de matemáticas”.
Hauge enfatizó la importancia de comprender las capacidades de la IA, afirmando que “los Modelos de Lenguaje Grande no son máquinas mágicas de la verdad”. En otras palabras, pueden predecir, pero no pueden pensar. Dado que muchas personas no comprenden realmente cómo podemos o debemos usar la IA, el bombo ha llevado a muchas decepciones. Muchos están fatigados con la IA y predicen el fin de su dominio, pero Hauge no está de acuerdo.
“Sí, podríamos estar en una burbuja financiera en este momento”, señala. “Lo que intento decirte es que esta tecnología no va a desaparecer. Solo tendremos una comprensión un poco más pragmática y realista de lo que implica”. Una vez que se ajusten las expectativas y se asiente el polvo, la IA será solo otra parte de la vida diaria que ni siquiera necesitaremos pensar. Siempre que la usemos con precaución.
“El espacio de oportunidades es infinito, pero también lo es la posibilidad de errores”, dice Hauge, señalando el escándalo de los beneficios de cuidado infantil en los Países Bajos, donde se introdujo un algoritmo de autoaprendizaje que acusó erróneamente a 26,000 familias de fraude durante un período de 15 años. “Tienes que navegar los riesgos de la toma de decisiones y preguntar a los líderes con los que trabajas: ¿cuál es el costo de estar equivocado si usas este modelo de predicción para automatizar decisiones?”
Sobre todo, Hauge nos recuerda que la IA es una máquina. No importa cuán humana parezca, la tecnología no reemplaza el juicio humano.