La impresión 3D de objetos metálicos es una técnica conocida, pero a menudo es demasiado compleja, costosa o imprecisa en comparación con los métodos tradicionales. Freeform, una empresa que ha recibido 14 millones de dólares de Nvidia y Boeing, busca cambiar esto con un nuevo proceso de impresión aditiva de metal que promete revolucionar la industria, y también incorpora inteligencia artificial.
Los cofundadores Erik Palitsch (CEO) y TJ Ronacher (Presidente) trabajaron anteriormente en SpaceX, donde se dieron cuenta del potencial de la impresión 3D con metal, pero también de sus limitaciones. Palitsch comentó que la adopción de esta tecnología ha sido lenta debido a problemas como la calidad inconsistente, la lentitud de las impresoras comerciales y su alto costo. Decidieron que, en lugar de vender impresoras, ofrecerían un servicio de impresión que pudiera superar estas barreras.
La clave del éxito de Freeform radica en evitar el enfoque tradicional de las máquinas CNC, que se utilizan en la fabricación convencional. En lugar de vender una máquina y esperar que los usuarios se conviertan en expertos, Freeform ha desarrollado un sistema de impresión que utiliza un proceso de bucle cerrado. Esto significa que su máquina monitorea la impresión en tiempo real, ajustando diversos factores para garantizar una calidad óptima, similar a lo que se esperaría en un lugar como SpaceX.
El sistema de Freeform incluye tecnología avanzada de visión por computadora que opera a escalas de microsegundos, procesando datos en hardware de última generación. Esto permite solucionar problemas de calidad mientras se imprime rápidamente geometrías complejas. Además, han creado un modelo de aprendizaje automático que es lo suficientemente rápido y preciso para gestionar este monitoreo.
Lappas, otro de los cofundadores, destacó que la industria necesitaba un nivel de computación y sensores que nunca antes se había implementado. Para ello, Freeform está construyendo el mayor conjunto de datos de impresión aditiva de metal en el mundo, lo que atrae a grandes empresas como Boeing.
Con la inversión de 14 millones de dólares, Freeform planea escalar su operación, desarrollar impresoras más rápidas y contratar hasta 55 personas en el próximo año. Aunque el camino ha sido lento, Palitsch se siente orgulloso de haber creado desde cero una plataforma de fusión láser que es la más rápida del mundo, demostrando que es posible lograr lo que muchos consideraban imposible.