Más de 10,000 actores, músicos, escritores y otros creadores han firmado una petición en contra del uso no autorizado de su trabajo para entrenar inteligencia artificial. El compositor británico Ed Newton-Rex escribió la declaración y organizó la recolección de firmas. Entre los firmantes se encuentran nombres famosos como Kevin Bacon, Julianne Moore, Thom Yorke de Radiohead, Björn Ulvaeus de Abba, y los autores Harlan Coben y Ted Chiang.
La declaración es clara: “El uso no autorizado de obras creativas para entrenar inteligencia artificial generativa es una amenaza injusta para los medios de vida de quienes crean esas obras y no debe permitirse”. Los firmantes están preocupados de que sus obras protegidas por derechos de autor se estén utilizando sin su permiso para alimentar los enormes volúmenes de datos que entrenan modelos de IA generativa como ChatGPT, Gemini y Meta AI. Aseguran que esto viola diversas leyes de propiedad intelectual.
Además de los artistas individuales, muchas organizaciones del ámbito creativo han respaldado la declaración. Entre ellas se encuentran SAG-AFTRA, la Federación Americana de Músicos, Universal Music Group y la Asociación Internacional de Editores.
También hay un tema de compensación. Por ejemplo, Meta ha pagado a celebridades por el uso de sus voces en su nuevo asistente de IA. Sin esos acuerdos, surgen problemas, como cuando OpenAI fue acusado de imitar la voz de Scarlett Johansson en ChatGPT, en referencia a la película “Her”.
Newton-Rex tiene experiencia en el ámbito de la IA, habiendo trabajado anteriormente en modelos de audio generativo en Stability AI. Afirmó que dejó esa empresa porque creía que estaban abusando del concepto de uso justo para entrenar sus modelos. Ahora dirige Fairly Trained, una organización sin fines de lucro que certifica a las empresas de IA generativa por sus prácticas de entrenamiento de datos más justas.
Este no es el primer caso de este tipo. OpenAI enfrenta múltiples demandas de escritores que afirman que ChatGPT infringió sus derechos de autor, mientras que otros creadores de música de IA están lidiando con demandas de la Asociación de la Industria Musical de América (RIAA) y grandes sellos discográficos. Las quejas legales están aumentando a medida que las herramientas de IA que critican se vuelven más populares.
Aunque es probable que no veamos un impacto inmediato en las herramientas de IA, los firmantes esperan que este debate sobre el entrenamiento ético de la IA se convierta en una prioridad y ayude a dar forma a futuras regulaciones y leyes sobre esta práctica. Aunque por sí solo no tendrá mucho efecto, junto con la resolución de desafíos legales y nuevas regulaciones, podría influir en cómo las empresas de IA diseñan y construyen sus modelos en el futuro.