El jueves, The New York Times publicó un artículo sobre la relación cada vez más tensa entre OpenAI y Microsoft. Esta relación, que ha durado cinco años, se ha enfriado debido a presiones financieras sobre OpenAI, la cantidad de poder computacional que Microsoft le proporciona y desacuerdos sobre las reglas básicas de su colaboración.
Un aspecto interesante es una cláusula en el contrato de OpenAI con Microsoft. Esta cláusula establece que Microsoft perdería el acceso a la tecnología de OpenAI si esta última desarrolla inteligencia general artificial (AGI), que es un sistema de IA capaz de competir con el pensamiento humano. Según el Times, que habló con 19 personas cercanas a la relación entre ambas empresas, esta cláusula busca evitar que Microsoft haga un mal uso de la tecnología.
Sin embargo, el consejo de OpenAI puede decidir cuándo se ha alcanzado la AGI, y su CEO, Sam Altman, ha mencionado que este momento será algo subjetivo. Altman comentó que, a medida que se acerquen a la AGI, le resulta más difícil responder cuánto falta, ya que cree que será un proceso más gradual y menos claro de lo que muchos piensan.