La carrera por mejorar los chips y la capacidad de los centros de datos para manejar cargas de trabajo de inteligencia artificial (IA) está en marcha, pero esto trae consigo un gran desafío. La alta potencia de procesamiento genera mucho calor, lo que afecta tanto el funcionamiento de los servidores como el medio ambiente. Con los métodos de refrigeración tradicionales, como el aire y el agua, quedando cortos, nuevas startups están surgiendo con enfoques innovadores.
Una de ellas es Submer, una empresa con sede en Barcelona que acaba de recaudar 55.5 millones de dólares, alcanzando una valoración de 500 millones de dólares. Su sistema consiste en sumergir estantes completos de servidores en recipientes llenos de un refrigerante biodegradable y no conductor, que su cofundador Pol Valls compara con un “líquido amniótico”. Submer ya tiene una clientela sólida, que incluye a algunas de las empresas más grandes del mundo en el sector de centros de datos, telecomunicaciones como Telefónica, corporaciones como ExxonMobil, organismos gubernamentales como la Comisión Europea y centros de investigación importantes.
El desafío que enfrenta Submer es tanto tecnológico como de costos y consumo de recursos. La industria de los centros de datos ya consume una gran cantidad de energía, y la IA está aumentando esta demanda. Según la Agencia Internacional de Energía, el consumo de los centros de datos fue de 460 TWh en 2022, lo que representa entre el 1% y el 2% del consumo energético global. Se prevé que esta cifra se duplique a 1,000 TWh para 2026, equivalente al consumo eléctrico de Japón. Además, un estudio de Goldman Sachs reveló que, en promedio, una búsqueda en ChatGPT requiere casi diez veces más electricidad que una búsqueda en Google.
La tecnología de Submer se basa en la experiencia de sus cofundadores. Valls y su CTO, Daniel Pope, decidieron crear un enfoque mejorado para la refrigeración de centros de datos, combinando su experiencia en programación y gestión de centros de datos. Juntos, desarrollaron un refrigerante sintético biodegradable y no inflamable, así como un contenedor inteligente para instalar y operar los estantes de servidores. Actualmente, Submer ofrece una variedad de fluidos de inmersión y contenedores.
El camino no ha sido fácil para la startup. En 2016, fueron rechazados por Y Combinator, pero el auge de la computación en los últimos años, impulsado por la migración a la nube y el reciente boom de la IA, ha llevado a un mayor interés en su solución. Ahora, Submer está construyendo un ecosistema donde las empresas de componentes de servidores están creando partes compatibles con su tecnología.
Su propuesta es sencilla: muestran datos que demuestran que su solución extiende la vida útil de los servidores, eliminando partículas, polvo y ruido. Entre sus socios se encuentran grandes nombres como Dell e Intel. Hasta ahora, Submer ha recaudado alrededor de 100 millones de dólares y se destaca entre sus competidores en términos de financiación y valoración. Otras startups que están explorando soluciones líquidas incluyen Icetope en el Reino Unido y dos empresas de Texas, LiquidStack y Green Revolution Cooling, esta última respaldada por la Fundación Nacional de Ciencias y el Departamento de Defensa de EE. UU.
El próximo paso para Submer será atraer más socios y clientes. Recientemente, la empresa nombró a un nuevo CEO con amplia experiencia corporativa, Patrick Smets, quien se unió inicialmente como COO en agosto de 2023 y asumió como CEO en enero de 2024.