¿Te has preguntado si la última canción que escuchas es realmente de Blackpink o Justin Bieber? Un nuevo estudio de musicMagpie, titulado “¿Bop o Bot?”, revela que hay una gran posibilidad de que sea una voz clonada por inteligencia artificial diseñada para engañarte. El estudio encontró más de 1.63 millones de versiones de canciones generadas por IA solo en YouTube. Los oyentes a menudo no pueden distinguir entre una canción real y una creada por IA, lo que podría afectar financieramente a los artistas cuyas voces son utilizadas.
Los grupos de K-pop son los más afectados, representando el 35% de los veinte artistas generados por IA más escuchados. Blackpink lidera la lista con más de 17.3 millones de visualizaciones de contenido generado por IA, incluyendo una versión de “Batter Up” de BabyMonster que tuvo 2.5 millones de vistas. Justin Bieber ocupa el segundo lugar con más de 13 millones de vistas, destacando su mayor éxito falso, “Nothing’s Gonna Change My Love For You”, que alcanzó 10.1 millones de visualizaciones. Kanye West cierra el top tres con 3.4 millones de vistas en canciones generadas por IA.
El impacto financiero de la música generada por IA es significativo. Se estima que la creación de contenido por IA podría resultar en más de 13.5 millones de dólares en pérdidas para los creadores originales. Esto incluye aproximadamente 500,000 dólares para Blackpink, mientras que Bieber y West perdieron 202,964 y 130,000 dólares, respectivamente.
Incluso los artistas fallecidos no están a salvo del robo de IA. Las versiones de Frank Sinatra y Freddie Mercury han acumulado 8.9 millones y 3.55 millones de vistas, respectivamente. Además, voces ficticias como la de Bob Esponja han sorprendido al público, acumulando 10.2 millones de vistas con su interpretación de “American Pie”.
Un problema adicional es que las personas no son buenas para distinguir entre música generada por IA y música hecha por humanos. En un estudio adicional, el 72% de los participantes creían poder diferenciar una canción producida por IA de una hecha por humanos, pero el 49% no pudo hacerlo. Curiosamente, los participantes de la Generación Z fueron los más fácilmente engañados.
Estos hallazgos plantean desafíos legales para las startups de música de IA como Suno y Udio, que enfrentan batallas sobre el uso de material no autorizado para entrenar sus modelos de IA. Si la Asociación de la Industria de Grabación de América (RIAA) y las discográficas logran demostrar que hay una pérdida monetaria real, tendrán un caso más sólido contra los desarrolladores de modelos de IA.
Los autores del estudio destacan que “estos hallazgos subrayan un desafío creciente en la industria musical: a medida que la tecnología de IA se vuelve más sofisticada, los amantes de la música de múltiples generaciones luchan por discernir entre lo real y lo creado artificialmente”. Esto plantea preguntas sobre el valor de la creatividad humana y cómo afectará la forma en que creamos, percibimos y apreciamos la música en el futuro.