Esta semana, OpenAI lanzó su nuevo modelo llamado Strawberry para ChatGPT, destacando su habilidad para resolver problemas complejos como la programación de software, la secuenciación de genes y la física cuántica. El modelo, conocido como o1-preview y o1-mini, promete cumplir con estas afirmaciones. Sin embargo, decidí probar su capacidad para resolver acertijos y rompecabezas, así como su habilidad para ofrecer consejos sobre situaciones cotidianas.
Los modelos o1-preview y o1-mini son muy buenos para resolver acertijos, tanto simples como complejos. Al probarlos, noté que la única diferencia real era la velocidad, siendo el modelo mini un poco más lento. Aun así, son mucho más rápidos que un humano al resolver acertijos. Por ejemplo, al pedirle que creara un acertijo basado en una respuesta que inventé, generó uno interesante: “¿Qué tiene ocho patas, cuatro orejas, dos colas y le encanta ladrar?” Aunque la inteligencia artificial entiende bien su tarea, no parece poder crear humor de manera efectiva.
Además de los acertijos, decidí preguntarle sobre problemas cotidianos. Le consulté sobre un ruido de estallido que escucho cada 20 segundos al conducir. Las respuestas fueron útiles, sugiriendo revisar los neumáticos, el motor, el silenciador y los frenos. La IA se expresó como si fuera una persona, explicando su razonamiento detrás de las respuestas.
Finalmente, pregunté sobre cómo identificar el coqueteo y cómo responder. La respuesta fue una lista de comportamientos, aunque algo aburrida. Sin embargo, el razonamiento detrás de sus respuestas fue más interesante y divertido que sus intentos de acertijos.
Aunque los modelos o1-preview y o1-mini no tienen todas las funciones de los modelos más completos, como la carga de imágenes o la navegación web, son rápidos y lógicos. Si bien pueden resolver acertijos sobre ruidos de coches y relaciones, no parecen ser muy creativos.