Nueva investigación revela desconexión entre expectativas y realidad de la IA en la productividad
Una reciente investigación del Instituto de Investigación de Upwork ha destacado una desconexión entre las expectativas de los líderes empresariales sobre la inteligencia artificial (IA) y su verdadero impacto en la productividad. La mayoría (96%) de los líderes de alto nivel anticipan que la IA aumentará la productividad de los trabajadores. Sin embargo, un alarmante 77% de los empleados reportan que la tecnología está disminuyendo la productividad mientras aumenta la carga de trabajo.
El informe sugiere que hay una falta de confianza en la inteligencia artificial, que no está complementando a los trabajadores humanos, y mucho menos reemplazándolos. El problema radica en la introducción de herramientas de IA generativa en modelos de trabajo obsoletos. Los empleados a menudo pasan más tiempo revisando contenido generado por IA, aprendiendo nuevas herramientas y manejando tareas adicionales, lo que reduce su tiempo productivo.
Los líderes también fallan en reconocer la preparación para la IA, con un 37% creyendo que su fuerza laboral está altamente capacitada en IA, pero solo un 17% de los empleados comparte esta opinión. Además, solo una cuarta parte (26%) de las empresas tiene programas de capacitación en IA, dejando a los trabajadores con pocas oportunidades para desarrollar sus habilidades.
Aunque la inteligencia artificial puede no estar cumpliendo con las promesas de productividad, su implementación efectiva es muy demandada. Casi tres cuartas partes (71%) de los empleados a tiempo completo reportan sentirse agotados, y dos tercios (65%) luchan con las expectativas de sus empleadores. Uno de cada tres ha considerado renunciar debido al exceso de trabajo.
Mirando hacia el futuro, el Instituto de Investigación de Upwork sugiere que las organizaciones deben replantear cómo integran nuevas tecnologías, incluyendo el aprovechamiento del talento freelance y la co-creación de medidas de productividad con los empleados afectados.
Además, el fracaso en alinear la implementación de la IA con las capacidades y necesidades realistas de los empleados, que resulta en una disminución de la productividad, ha sido directamente atribuido a los líderes, y no a los empleados.