Morgan Freeman está molesto porque han usado su voz sin su permiso en proyectos que él no aprobó. Freeman agradeció a sus seguidores por alertarlo sobre estas imitaciones de su voz generadas por inteligencia artificial. En una publicación en X, Freeman expresó su gratitud y usó hashtags como “#estafa,” “#imitación,” y “#ProtecciónDeIdentidad.”
Aunque Freeman no lo menciona directamente, su mensaje parece referirse a un video viral en TikTok donde una versión falsa de su voz narra las actividades de su “sobrina,” la usuaria de TikTok @justinescameraroll, conocida como Justine. Sus videos han acumulado más de un millón de vistas. En su publicación más reciente, Justine escribió: “Tío Mo ha estado ocupado, pero finalmente logré que narrara mi viaje.” Este video, compartido en X, alcanzó a 16.4 millones de personas y podría haber provocado la reacción de Freeman.
Justine confirmó en un video posterior que la voz en su video no era realmente de Freeman, diciendo: “Solo estaba divirtiéndome un poco.”
La voz icónica de Freeman ha generado mucho interés en imitarla, desde videos en redes sociales hasta narraciones de películas. Por ejemplo, el documental “The Power of Chi” lista a Freeman como narrador en IMDB, pero Freeman nunca ha mencionado este proyecto. Su voz en la película suena un poco extraña, lo que sugiere que podría ser una imitación generada por IA.
Freeman no es el único famoso preocupado por el uso no autorizado de su voz o imagen mediante IA. En mayo, la actriz Scarlett Johansson expresó su enojo al descubrir un chatbot de OpenAI que sonaba muy similar a ella. OpenAI anunció planes para dejar de usar la voz de ChatGPT que se parecía a la de Johansson.
Lo mismo ocurre con videos que usan deepfakes de celebridades para engañar a las personas. Tom Hanks y el asesor británico Martin Lewis han tenido que alertar a sus seguidores sobre videos falsos que intentan estafarlos.
El rápido avance de la IA ha superado las medidas regulatorias, permitiendo que las voces e imágenes de las personas sean replicadas sin su consentimiento. Esta preocupación no se limita solo a los actores. Startups de creación musical con IA, como Suno y Udio, enfrentan una demanda de la Asociación de la Industria de Grabación de América (RIAA) y grandes sellos discográficos por infracción de derechos de autor.